Capítulo 2: “La bruja” – Mutuamente.cl

Capítulo 2: “La bruja”

En el capítulo anterior, Ismael sufrió las consecuencias de no tomar las precauciones necesarias a la hora de movilizarse por la ciudad. También aprendió que los accidentes de trayecto si están cubiertos por las mutualidades, mientras que Paulina entendió que, como mujer fuerte, puede trabajar sola cuando es necesario. 

En el capítulo anterior, Ismael sufrió las consecuencias de no tomar las precauciones necesarias a la hora de movilizarse por la ciudad. También aprendió que los accidentes de trayecto si están cubiertos por las mutualidades, mientras que Paulina entendió que, como mujer fuerte, puede trabajar sola cuando es necesario. 

Otro día, otro desafío.

La recuperación de Ismael fue rápida, la mutualidad le cubrió absolutamente todo lo relacionado a su accidente, pero había que volver a trabajar.

– ¡Familia, he vuelto! Y ya aprendí la lección, no subirme más a ese scooter prehistórico. Exclamó al volver a la oficina.

– Bien poco aprendiste, la verdadera lección es que debes conducir, aunque sea un scooter, con cuidado, tomando todas las precauciones. A todo esto, gracias por dejarme sola, con Edith te pusimos Ismael “El breve” respondió Paulina quien comenzó a reír burlescamente… Bienvenido de vuelta Sr. Fitipaldi, llegaste justo un día en el que necesitamos apoyo… ¿crees en los hechos paranormales?

– Ja! No, como un hombre de ciencia, ver para creer.

-Menos mal, porque en media hora más vamos a la casa de Madame Mais Vivito que nuevamente tiene plaga de cucarachas y murciélagos.

-¿Y esa señora es bruja?

– Tranquilo hombre de ciencia, prepara todo para salir en un rato.

A diferencia de su primera aventura Ismael parecía haber aprendido la lección. 

Cuidadosamente puso todo en la camioneta y emprendieron el viaje. Cuando llegaron a la casa de la Sra. Vivito la guata de Ismael se apretó, era realmente de cuento.

– Oye Pauli, la casa rara, parece de cuento.

– Espérate cuando conozcas a La Madame.

Ismael en ese momento se baja de la camioneta y se apronta a tocar el timbre, acción que fue interrumpida por una vieja voz desde la casa. 

– Ya se que llegaste Ismael el breve, pasa, se escuchó a lo lejos. 

Ismael se rió nerviosamente y miró a Paulina. 

– Oye, eso no se hace, como andas conversando con los clientes las bromas de la oficina. 

– Ismael, el llamado lo tomó Edith, quien no se atrevería a contar algo, pero tranquilo, ud no cree en nada.

Desde el fondo de la casa aparece ella, Madame Mais Vivito, mujer de pelo cano, labios rojos y turbante en la cabeza, mira a Ismael y Paulina.

– Que bueno que llegaron, estos animalejos me tienen vuelta loca, el segundo piso todavía lo están arreglando, por favor ayúdenme.

– No se preocupe Madame, como siempre, eliminaremos a los invitados de piedra respondió Paulina.

– Y ud. Sr. Breve, póngase todo para que no le pase algo, no vaya a ser que le pase algo…, acabo de sacar la carta para ud y le apareció el Pajar-On, se la muestra y, efectivamente aparece un pájaro de plumas rosadas cayendo a un barranco.

Ismael se arregla para comenzar a subir al segundo piso, sin amarrarse las botas de seguridad, cuando estaba a punto de llegar se tropezó golpeando su cara al piso.

De fondo se escuchó la voz Madame. 

– Le dije que tuviera cuidado, el Pajar-On es una carta infalible, no baje la guardia amigo, la segunda carta que le apareció es “la máscara dorada”…

Ismael, incrédulo una vez más, comenzó a fumigar, esta vez sin asegurar su máscara de seguridad, hecho por el cual comenzó a toser de manera violenta, esta vez el error fue mayor, de fondo un ratón, si, el mismo que se coló en la camioneta, mostraba el cartel “te lo dijo madame.”

Como la señora, por algún motivo, sabía lo que a Ismael le sucedería, acudió con Paulina en su ayuda. Ismael no recuerda mucho más lo que sucedió, recuperó la conciencia en una camilla de la Mutual de Seguridad, estaba (una vez más) siendo atendido, al abrir los ojos Paulina estaba a su lado, al abrir su mano, ve que tenía una vieja carta de Tarot, en cuya zona inferior se puede leer “Un suceso nocturno imprevisto”

Recuerda: Si algo te sucede mientras trabajas, las mutualidades siempre estarán contigo.