¿Una baldosa está suelta en la entrada?, ¿Una filtración de agua en el baño? ¿Un alambre oxidado? Callar un peligro de accidente laboral no ayuda a nadie, al contrario. Cada incidente que no reportas es una bomba de tiempo.
Cuando no reportas, impides que se corrijan los riesgos reales en tu entorno laboral. No solo arriesgas tu seguridad, también pones en juego la de tus colegas. Reportar no es una molestia, es una obligación.
La prevención real comienza a partir del conocimiento completo de los riesgos existentes.
¿Qué debes hacer?
* Reporta inmediatamente cualquier peligro potencial, por mínimo que parezca.
* Solicita el cumplimiento de protocolos claros en tu empresa.
* Recuerda que tu seguridad y la de tus compañeros depende también de tu responsabilidad al informar.
El silencio no salva vidas, la información sí. ¿Prefieres callarte y arriesgarlo todo, o reportar y garantizar seguridad para ti y tu equipo?